Debajo de un panel de trabajo lleno de anotaciones caóticas, se encuentra una pequeña mesa donde el jefe del taller de mecánica recibe, ordena y apila las OR (ordenes de reparación). Mientras, un empresario ha dejado su vehículo en la recepción del concesionario para que sea reparado, ignorando que pasará por un equipo que podría darle algunas lecciones sobre la productividad en una empresa.
De hecho, en la mayoría de los casos el jefe de taller también ignora los conocimientos que acumula al verse prisionero del día a día, aunque por supuesto, hablamos de los buenos jefes de taller: de aquellos que se preocupan por hacer que día a día mejoren los resultados de su equipo.
¿Qué me puede enseñar un jefe de taller?
Conoce a tu equipo, conoce el trabajo que se desarrolla, marca objetivos realistas, sigue su proceso y controla su cumplimiento, trata de reducir el estrés innecesario,ordena y distribuye adecuadamente las cargas de trabajo, cumple tus compromisos con los clientes haciendo que estos sean objetivos comunes, adáptate a los cambios de última hora, da ejemplo, ensúciate las manos cuando sea necesario, transmite quela productividad es buena para todos.
Cuando el empresario va a recoger su vehículo solo piensa en el alivio que le supone poder volver a desplazarse en él, pero no se da cuenta de todo lo que podría aprender de los que hicieron posible su reparación.