Nadie duda ya de la necesidad de tener un website para su empresa, incluso son muchos los que ya tienen uno personal o blog. No nos extraña que incluso parejas de novios que se van a casar, monten su propio website para colgar las fotos y los videos de su boda y del viaje de novios. Está claro que la tecnología ha cambiado la forma en la que nos relacionamos. El problema es que a veces nos olvidamos de que la tecnología es una herramienta, un medio, y no un fin en sí mismo.
Hoy en día cualquier empresa tiene su propio website, con mejor o peor diseño, o mayores y menores funcionalidades. Al igual que antes, siempre preguntábamos por el barrio en el que se encontraba una tienda para juzgar si era buena o no, ahora vamos primero a husmear en su página web, llegando al punto que si una empresa no tiene página web, desconfiamos inmediatamente de ella, olvidándonos que lo que importa es la gente que está detrás de la misma, no de como vendan su producto.
El website corporativo se ha convertido en algo que es obligatorio tener, es un “must” como dicen los anglosajones. No se concibe una empresa que nazca sin haber comprado un dominio y tener al menos un website “en construcción”. Por increíble que parezca, muchas empresas tienen antes website que comerciales vendiendo, algo que le parecería una locura a cualquier persona de más de 50 años. Pero muchas veces, el árbol no nos deja ver el bosque y no nos damos cuenta que las páginas de las empresas son en realidad las grandes olvidadas, nadie se para a pensar con qué función se crea, y si responden a las necesidades reales. Se realizan casi de una manera automática, contando quienes somos, que vendemos, y como se puede contactar con nosotros. Poca gente analiza en profundidad que hacen sus clientes al visitarlas: donde se paran, en que página las abandonan o que contenido es el más atractivo. No, eso no es importante, sólo nos preocupa el número de visitantes y el de formularios que hemos recibido.
Pero pensemos por un momento, ¿responden nuestras webs a la necesidad real de nuestras empresas y sobre todo, a la necesidad real de nuestros clientes? Por mi experiencia, puedo deciros que lamentablemente, la respuesta en la mayoría de los casos es que no. Como ocurre en muchas decisiones de marketing que toman las empresas, los criterios por los que se decide hacer algo no suelen ser los más idóneos para esa acción en sí.
Nadie duda ya de la necesidad de tener un website para su empresa, incluso son muchos los que ya tienen uno personal o blog. No nos extraña que incluso parejas de novios que se van a casar, monten su propio website para colgar las fotos y los videos de su boda y del viaje de novios. Está claro que la tecnología ha cambiado la forma en la que nos relacionamos. El problema es que a veces nos olvidamos de que la tecnología es una herramienta, un medio, y no un fin en sí mismo.
Hoy en día cualquier empresa tiene su propio website, con mejor o peor diseño, o mayores y menores funcionalidades. Al igual que antes, siempre preguntábamos por el barrio en el que se encontraba una tienda para juzgar si era buena o no, ahora vamos primero a husmear en su página web, llegando al punto que si una empresa no tiene página web, desconfiamos inmediatamente de ella, olvidándonos que lo que importa es la gente que está detrás de la misma, no de como vendan su producto.
El website corporativo se ha convertido en algo que es obligatorio tener, es un “must” como dicen los anglosajones. No se concibe una empresa que nazca sin haber comprado un dominio y tener al menos un website “en construcción”. Por increíble que parezca, muchas empresas tienen antes website que comerciales vendiendo, algo que le parecería una locura a cualquier persona de más de 50 años. Pero muchas veces, el árbol no nos deja ver el bosque y no nos damos cuenta que las páginas de las empresas son en realidad las grandes olvidadas, nadie se para a pensar con qué función se crea, y si responden a las necesidades reales. Se realizan casi de una manera automática, contando quienes somos, que vendemos, y como se puede contactar con nosotros. Poca gente analiza en profundidad que hacen sus clientes al visitarlas: donde se paran, en que página las abandonan o que contenido es el más atractivo. No, eso no es importante, sólo nos preocupa el número de visitantes y el de formularios que hemos recibido.
Pero pensemos por un momento, ¿responden nuestras webs a la necesidad real de nuestras empresas y sobre todo, a la necesidad real de nuestros clientes? Por mi experiencia, puedo deciros que lamentablemente, la respuesta en la mayoría de los casos es que no. Como ocurre en muchas decisiones de marketing que toman las empresas, los criterios por los que se decide hacer algo no suelen ser los más idóneos para esa acción en sí. Continuar leyendo «El website corporativo, ese gran olvidado»
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