Criaturas nacidas de la publicidad se resignifican como fetiches antimercado, de la mano de artistas del diseño y las bellas artes.
MONOCULO. El célebre «Darcel Disappoints», de Craig Redman.
El argentino Julián Chu Manzelli es uno de los argentinos que participan de la muestra «Pictoplasma- White Noise», en La casa encendida de Madrid.
Están creados por el lápiz y la imaginación de artistas del universo de la animación a la comunicación visual publicitaria pero, a diferencia de los dibujos animados, no tienen una historia detrás. Como el muñeco Michelín (creado en 1894) y Ronald McDonald son, más que narrativos, icónicos, según Lars Denicke y Peter Thaler, los fundadores del proyecto Pictoplasma y curadores de Pictoplasma-White Trash, una muestra colectiva de la obra de 18 artistas internacionales, en La casa encendida de Madrid.
“Se trata de un nuevo movimiento global de artistas que trabajan con una relectura de personajes, utilizándolos como un lenguaje en sí mismo para plantear conceptos y nuevas miradas dentro del arte contemporáneo”, explicó Julián Manzelli, alias Chu…