En el mundo de fantasía de Parkes, las leyes de la realidad terrena se suprimen, y el espacio y el tiempo de entrar en su propio inmóvil comunión. Es tentador hablar de un mundo de ensueño con Parkes, si no fuera por el hecho de que el “mundo de los sueños” de Michael Parkes supera todos nuestros sueños en la audacia, la libertad y la intensidad.