NO LOGO Y LA ÉTICA DEL MARKETING: ¿CREAMOS NECESIDADES O LAS SATISFACEMOS?
NO LOGO: un manifiesto anti-marcas
En el año 2000, Naomi Klein publicó la primera edición de NO LOGO, el que todavía hoy se considera el principal ensayo sobre el origen de las marcas en nuestra sociedad y su (desde muchas instancias) cuestionado rol en la misma.
(Extracto via javierregueira.com)
Al publicar su libro Klein, una reputada periodista (columnista del New York Times) y escritora Canadiense, hija de dos activistas con un elevado grado de compromiso, se convirtió (quizá sin quererlo) en la principal idéologa de los movimientos anti-globalización.
NO LOGO fue el combustible que contribuyó a avivar la llama encendida en las protestas de Seattle, a finales de 1999.
Las 3 tesis de NO LOGO
- Las grandes corporaciones detestan la producción porque genera grandes costes y responsabilidades con los trabajadores. Por eso la arrinconan en el tercer mundo y centran sus recursos en «el Marketing», orientándolo a vender «una imagen de marca» que provoca en el consumidor el deseo de adquirir esos productos.
- La marca es un ardid creado por las corporaciones para añadir un supuesto «valor» a productos que no lo necesitan. ¿Acaso una docena de huevos frescos precisan de marca para ser comercializados?
El valor de las marcas es directamente proporcional a lo que invierten en publicidad. Las marcas más grandes y valiosas son las que más nos torpedean con sus anuncios.
Estamos hartos de publicidad pero no de marcas
Es importante entender esta diferencia.
Las marcas sí cumplen un rol que puede aportar valor y utilidad a nuestras vidas: simplifican la tarea de comprar, ofrecen fiabilidad y garantía, y algunas incluso llegan a incorporarse a ese pequeño repertorio que forma parte de nuestro repertorio personal (lo que los sociólogos llaman el «yo extendido»).
No pretendo ofrecer una respuesta concluyente al debate «creamos necesidades» versus «satisfacemos necesidades». No pretendo glorificar ni satanizar el Marketing porque la ética o la carencia de ética no depende del Marketing sino de quien lo planifica y lo lleva a cabo. Por eso hay de todo.
Pero sí comparto con vosotros el Marketing en el que yo creo, porque es el único sostenible en un mundo sobresaturado de marcas vociferantes, indiferenciadas e irrelevantes.