Cuando leas mis notas, tienes que tomar en cuenta que mi conocimiento en las áreas más técnicas de la publicidad es básico, y hay cosas que me siguen resultando misteriosas de entender.
Hace unas semanas hice una pregunta (que tenía tiempo incubando) a un profesional de la creatividad .
Verás: a todos nos gusta un vídeo viral. Nos causan risa/rechazo/sorpresa, a veces nos ofrecen conocimiento (hasta de cosas que no nos interesan), pero jamás nos dejan indiferentes. Basado en eso, lo enviamos a los amigos. Compartimos el enlace en el Facebook, lo pasamos al primo por email, lo comentamos en blogs o en Twitter.
Como una enfermedad real, el viral corre, corre, y corre. Llega de un extremo a otro del planeta, se vuelve un clásico, a veces se le ven las costuras, y se vuelve material de burla o lo que no se debe hacer al hacer un viral. Es más, hay cosas que NO fueron pensadas para ser llamados virales, pero se convierten en eso mismo al entrar al ruedo de Youtube.
¿Acaso Tom Cruise se imaginaba que su fulano acto de brincos dignos del Cirque du Solèil en Oprah lo iba a ver hasta los ciegos? Creo que yo hubiera pagado para entrar de manera ilegal en América -y también en el plató de Oprah- para ver este descacharramiento de amor en vivo y directo
Pero hay algo que no me aclaran por completo los más contundentes case studies, el ROI, los GRPs o lo que sea, y esa fue mí pregunta al profesional:
¿Un viral hace subir las ventas?
Cuando leas mis notas, tienes que tomar en cuenta que mi conocimiento en las áreas más técnicas de la publicidad es básico, y hay cosas que me siguen resultando misteriosas de entender.
Hace unas semanas hice una pregunta (que tenía tiempo incubando) a un profesional de la creatividad .
Verás: a todos nos gusta un vídeo viral. Nos causan risa/rechazo/sorpresa, a veces nos ofrecen conocimiento (hasta de cosas que no nos interesan), pero jamás nos dejan indiferentes. Basado en eso, lo enviamos a los amigos. Compartimos el enlace en el Facebook, lo pasamos al primo por email, lo comentamos en blogs o en Twitter.
Como una enfermedad real, el viral corre, corre, y corre. Llega de un extremo a otro del planeta, se vuelve un clásico, a veces se le ven las costuras, y se vuelve material de burla o lo que no se debe hacer al hacer un viral. Es más, hay cosas que NO fueron pensadas para ser llamados virales, pero se convierten en eso mismo al entrar al ruedo de Youtube.
¿Acaso Tom Cruise se imaginaba que su fulano acto de brincos dignos del Cirque du Solèil en Oprah lo iba a ver hasta los ciegos? Creo que yo hubiera pagado para entrar de manera ilegal en América -y también en el plató de Oprah- para ver este descacharramiento de amor en vivo y directo
Pero hay algo que no me aclaran por completo los más contundentes case studies, el ROI, los GRPs o lo que sea, y esa fue mí pregunta al profesional:
-34.552356
-58.443076
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